viernes, 21 de marzo de 2014

"Muy tuyo, Bob Dylan"

"Hurricane" 
Bob Dylan

- Los amantes manejan con exceso de velocidad y no se detienen nunca ante los autoestopistas -

En la mitad de 17 desconocidos, él y yo. Lo observo desde una silla trasera. Afuera llueve y toda la ciudad se cuela por la ventana, me golpea la cara y empapa la punta de mi espalda. Lo sigo observando. Observo como se sostiene pobremente en los tubos de metal, lo veo tararear una canción y tocar con furia lo invisible. Veo sus tatuajes, sus venas marcadas, sus ojos saltones, las manos delgadas. Me mira. 
Hola extraño murmuro en mi cabeza. 
Hola linda, me responde. 
Sonreímos. 
Me tararea un poco de Bob Dylan, no sé exactamente cuál, igual absorbo su respiro, siento como sus palabras se elevan, y penetran, y desnudan, y reverberan.
Lo siento en mis pestañas.
Lo pierdo de nuevo. 
¿A dónde vamos? 
Ahora te escucho por la espalda. Nos sumergimos en un diluvio exacerbado, sus manos están encharcando, sin ningún disimulo, las mías. 
Me despide, "para ti linda". 
Salto. 
Mis dedos están aplastando un papel tosco y arrugado, me empapo de tinta azul y agua de lluvia. En letras grandes e infantiles quedaron algunos garabatos dibujados, al final un corazón y una firma que dice: 

“Muy tuyo, Bob Dylan”.  

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