Esa casita del pesebre
La hicimos con mi
abuela
hace algunos años
Yo tenía infancia,
y ella pisaba los años
de adulta mayor
Era mi cómplice ideal
Mi amiga vieja
Mi compañera infinita
Agarramos unas
maderitas
de la montaña de
recortes de mi tío carpintero
Y robamos unos clavos
de una lata del taller
El martillo lo pedimos
prestado
sin que nadie lo
supiera
Y así, juntas en la
tarea
Armamos la guarida
de esos muñequitos de
yeso
que representaban a
Dios
En navidad brindamos
Y en Reyes recibí
regalos.
diecisiete años mas tarde,
sigue siendo mi compañera ideal
y sigo recibiendo regalos en reyes.
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